El poderoso batir de un aleteo

Son millones pero minúsculas. Las mariposas Monarca, lígerísimas hojas menores que mi mano, vuelan al rayo del sol o cuando el viento las agita. Me impresiona oír su aleteo multiplicado, sutil y vigoroso, magnífico. La emoción sube por los pies y se me agua en los ojos de verlas ahí, haciendo que las ramas cuelguen pesadas o estallandoSigue leyendo «El poderoso batir de un aleteo»

En qué idioma agradezco esto

La adolescenta y yo estamos en nuestro tradicional viaje anual cachete-con-cachete. Y cómo sabe de rico. La sanísima tradición que instauramos hace unos siete años tiene pocas reglas, pero inamovibles: 1. en este viaje, uno al año, no admitimos invitados. Ni amigas, ni familia, ni pareja pueden sumarse: es nuestro espacio de mamá e hija y somos celosasSigue leyendo «En qué idioma agradezco esto»

Bajar el ritmo (a fuerza)

La adolescenta está enferma, con Influenza tipo B (regalo del campamento escolar en la sierra de Puebla). Fiebre, dolor de cabeza y, sobre todo, ganas de apapacho materno son los síntomas palpables. Por Fortuna detectada a tiempo y tratada ídem, la doctora dice que no tengo de qué preocuparme. Arranca nuestro tercer día encerradas en casa. EsSigue leyendo «Bajar el ritmo (a fuerza)»

La foto que aligera el alma

Ando un poco decaída. Necesito aligerarme el ánimo, colgarlo de globos y echarlo un rato a volar. Entonces recuerdo esta imagen del alemán Robert Jahns, que dice lo que me faltan palabras para expresar. Sirva de inspiración para arrancar la semana.  

El no-sexo y su círculo vicioso

Con este cartón que las mujeres entendemos bien, la humorista argentina Maitena Burundarena da en el clavo. Creo que si viviéramos más desde y para nosotras mismas, no tan pendientes del espejo, empezaríamos a resolver de fondo estas contradicciones (y resultaríamos más atractivas para ellos). #Monos. Enlace al sitio web de Maitena

El Dios en el que puedo creer (Crónicas desde Turquía 8)

Aquí sentada, viendo a los derviches danzantes, se me mueve la fe como no me imaginé jamás. El suyo es un ritual de la rama sufí, es decir, la corriente mística, filosófica y poética del Islam, en la que los creyentes se acercan a Dios a partir de un baile de vueltas interminables que los lleva aSigue leyendo «El Dios en el que puedo creer (Crónicas desde Turquía 8)»

Carta a mi «yo» de 10 años

  Gracias a mi sabia adolescenta descubro en YouTube los videos de Soulpancake, que son abrazos para el alma. En menos de tres minutos éste me emociona: varias personas comparten una carta escrita a su «yo» cuando tenía 10 años. No encontré una versión subtitulada, lo siento, pero retomo algunas frases que tocan fibras hondas: «SéSigue leyendo «Carta a mi «yo» de 10 años»

Lo que significa «compañero» según el Diccionario Daniosko de la Lengua

La etimología oficial de compañero significa «el que come del mismo pan», según el Diccionario Etimológico de la lengua castellana, de Joan Corominas (Gredos). Es el que parte su pan, símbolo de comunión física y espiritual: es el que cree que comerse la hogaza completa no lo hace más feliz ni lo sacia más. No me disgusta comerSigue leyendo «Lo que significa «compañero» según el Diccionario Daniosko de la Lengua»

La dualidad que Rilke entendió como nadie

Otro #MiércolesDePoesía inaugura la mañana en que resuenan estos versos de Rainer María Rilke, el poeta que respiraba con la pluma y amaba las dos caras de las cosas: «Deja que te suceda lo bello y lo terrible./ Sólo hay que andar: ningún sentimiento es remoto». Muchos volúmenes caben en esas letras.  PD Recomiendo muchísimo este blog antiguo deSigue leyendo «La dualidad que Rilke entendió como nadie»

Palabras que funcionan como una lámpara de mano

A veces, como hoy, una frase como ésta puede iluminar el día. Es de Viktor Frankl, creador de la logoterapia y de quien leí hace tiempo El hombre en busca de sentido. En ese libro hecho de tripas y humanidad cuenta su experiencia en el campo de concentración de Auschwitz, donde estuvo preso y dondeSigue leyendo «Palabras que funcionan como una lámpara de mano»

Hay un poder en ser vulnerable (y lo quiero descubrir)

Me siento frágil. Sabe mal, va en contra de la imagen «fuerte» que quiero tener de mí, se contrapone a los mensajes de «tú puedes, muéstrate segura, no dudes». Más bien me siento débil, no quiero fingir lo que no soy, dudo mucho. Parezco las figuras del Nacimiento (Belén), que en Navidad poníamos en casaSigue leyendo «Hay un poder en ser vulnerable (y lo quiero descubrir)»

El viaje entre dos aleteos

(da click en el enlace para oír el fragmento) Quien más me quiere me regala el muy reciente disco de Calle 13, Multiviral, que arranca con Eduardo Galeano leyendo un texto suyo. Todo el álbum es un coctel de inteligencia, ritmo pegajoso, buenas letras, corazón, pero en especial me emociona esto de la pluma del uruguayo,Sigue leyendo «El viaje entre dos aleteos»

Defender la alegría a varias manos

Encontrarme con ellas cinco años después y atestiguar que la vida avanza, que es buena y que el cariño sigue intacto, a pesar del tiempo colado en medio. Me encanta verlas plenas, cada una en su mundo pero hilando trozos de vida, cariños, complicidades, como si en torno al fuego celebráramos el poderoso ritual deSigue leyendo «Defender la alegría a varias manos»

La luz se hace en las páginas de este libro

5 a.m. Estoy de ese lado del día en el que todavía es de noche. En poco tiempo saldré a clase de yoga, pero invitada por el silencio aprovecho para leer un poco. Tomo el libro de meditación que es, literalmente, mi lectura de cabecera. Lo abro donde sea: «Nuestros demonios personales tienen diversos disfraces. LosSigue leyendo «La luz se hace en las páginas de este libro»

Cómo vacunar a otros contra la lectura

Lo terminé hace semanas, pero sigue en mi mesa de lecturas. Es que este libro de Vivian Abenshushan publicado por Sur+ es extraordinario. He regresado muchas veces a él porque resulta asociador de ideas, tanteador de posibilidades, desgranador de matices. «El trabajo destruye el ser» es el tema central de los ensayos de Escritos para desocupados. Vivian (quienSigue leyendo «Cómo vacunar a otros contra la lectura»

Mi adolescenta y las palabras como anuncio de vuelo

Mi personaja, mi guerrera favorita, mi preciosa, la misma que vale su peso en oro, escribió esta frase en la pared de su cuarto: «A veces tienes que caerte para aprender a volar». Me fascina ver que usa palabras como piedras sobre las cuales poner el pie para cruzar el río, como suelo firme para no dejarse llevar por la corriente, noSigue leyendo «Mi adolescenta y las palabras como anuncio de vuelo»

Yoga: tres años y contando

En estos días cumplo tres años de practicar yoga. Mi cuerpo y mi mente lo agradecen a todos los dioses, porque los beneficios recibidos superan los dedos de mis manos. Baste mencionar estos: mis dos hernias lumbares y yo firmamos la paz; a mi rodilla izquierda se le olvidó cómo dolerme; a mis cuarenta-y-tantos soy másSigue leyendo «Yoga: tres años y contando»

Ver al miedo a los ojos

Traigo esta historia rondando en la cabeza. Quiero entenderla, absorberla. Me parece poderosa para conectar con otros, para recordar que «soy humana y nada de lo que es humano puede parecerme ajeno», parafraseando a Terencio: «En India, un hombre quiere liberarse de las emociones negativas: ira, pereza, orgullo y, sobre todo, miedo. Lucha y lucha peroSigue leyendo «Ver al miedo a los ojos»

Chau, mundo

«Los lectores son viajeros, circulan sobre las tierras de otra gente, nómadas que cazan furtivamente en los campos que no han escrito». -Michel de Certeau Asimismito. Me voy a Tepoztlán, a perderme entre las páginas de varios libros, a seducir palabras, a dar la vuelta al mundo sin salir de casa, a llenarme la cabezaSigue leyendo «Chau, mundo»

Buenos augurios

Recibo 2014 en este lugar sublime, delirante de verde y agua: la cascada El Salto del Meco, en San Luis Potosí. Para la tarde ya estoy en este otro (abajo): el Sótano de las Huahuas, en el mismo estado, caverna subterránea donde miles de aves se refugian para pasar la noche, en un espectáculo indescriptible.Sigue leyendo «Buenos augurios»

Reflexión bajo el agua

Laguna Media Luna. Río Verde, San Luis Potosí. 1 pm. Primera experiencia de buceo. Tras una hora de clase y práctica nos sumergimos. Contra lo esperado, no siento ansiedad ni temor. Al contrario, el paisaje quita el aliento (esto último es una metáfora, por Fortuna). Volteo hacia arriba y veo el agua unos cinco metros por encima.Sigue leyendo «Reflexión bajo el agua»

Mi regalo envuelto en moño

Río Verde, San Luis Potosí. De viaje con mis dos amores, mi hija y quien más me quiere, disfruto hasta lo indecible compartir días con ellos y llenarme los ojos de México entretanto. Ella y él contentos, yo fascinada, estamos hospedados en estas cabañas-rancho-invernadero (en medio de la nada) que son una aventura. Mañana iremos aSigue leyendo «Mi regalo envuelto en moño»

Mi mejor aroma de regalo

Éste ha sido un año muy intenso, si dentro de ‘intenso’ cabe un sinfín de adjetivos que remiten a llevar el alma perennemente a flor de piel. Por un lado fue el más doloroso de los últimos 30 de mi rodar por este mundo, en el que enfrenté mis peores pesadillas, aderezadas con mis mayoresSigue leyendo «Mi mejor aroma de regalo»

Mañana cinco estrellas

7:30 am. Tepoztlán, Morelos. Vista: el magnífico cerro Tepozteco, con su rostro impasible que asegura que todo está /estará bien. Oído: pajaritos y algún gallo que aún celebra el sol. Olfato: pan dulce comprado anoche en el pueblo. Gusto: ciruelas que acabo de arrancar del árbol. Tacto: clima exterior fresquito, como corresponde a la hora, ySigue leyendo «Mañana cinco estrellas»

Depende quién toque la puerta

Tepoztlán. Noche suave, de aire ligero. Escribo y de vez en cuando me aseguro de que enfrente siga la sombra del Tepozteco, como un guardián preciso, precioso. Me entretengo con una palomilla necia que una y diez veces se golpea con el vidrio de la puerta. No le abro. Ojalá fuera tu mano que llama.Sigue leyendo «Depende quién toque la puerta»