Germen de (muchas) novelas

«Toda conversación se inicia con una mentira» -Adrienne Rich Hurgando en una librería de viejo encuentro esta cita. Es epígrafe de un libro polvoriento. Cuántos derroteros abre, cuántos cuentos y novelas pueden basarse en ella: los que conversan saben que todo es mentira; sólo uno lo sabe y lo aprovecha a su favor; ninguno lo sabe,Sigue leyendo «Germen de (muchas) novelas»

Parejas de escritores: la mano detrás del creador

Según un artículo publicado hoy en The Guardian, el escritor John Steinbeck no encontraba título para su novela, cuyos 75 años de publicación se celebran estos días. Entonces su esposa, Carol, le propuso llamarla The Grapes of Wrath (Las uvas de la ira), retomando una línea de la canción de guerra «The Battle Hymn of the Republic«. LaSigue leyendo «Parejas de escritores: la mano detrás del creador»

Una prosa densa y transparente gana el Premio Xavier Villaurrutia

“Contemplándose en la luna del armario, se apuñaló el pecho y cayó muerto. Pero como el puñal del reflejo no era concreto, el Narciso del espejo permaneció vivo y en pie” (Tren de historias, FCE). Este cuentínimo de José de la Colina describe de cuerpo entero al ganador del Premio Xavier Villaurrutia 2013, anunciado estaSigue leyendo «Una prosa densa y transparente gana el Premio Xavier Villaurrutia»

Lo que dispara mi revolución interior

  De nuevo es #MiércolesDePoesía. Estos versos del español Luis García Montero iluminan la mañana al celebrar la interioridad, el deseo y la audacia que no salen en las noticias ni acaparan los titulares pero son capaces de cambiar la historia (la mía, al menos). «Tus ojos que están llenos de selvas y son un manifiesto, desordenadamente meSigue leyendo «Lo que dispara mi revolución interior»

García Márquez y lo que ve en el hospital

Voy a evitar el lugar común de llamarlo Gabo, con esa familiaridad que pretende que es mi amigo, aunque sus letras lo sean. De García Márquez, pues, dicen que está enfermo, que lo atienden en un nosocomio mexicano de una infección pulmonar. La noticia me hace pensar cómo vive su encierro hospitalario, qué imágenes le asedian en ese blanco monótono. En El olor de la guayaba, libroSigue leyendo «García Márquez y lo que ve en el hospital»

Autodefinición sherlockiana

Encuentro esto, que me define claramente: «La literatura es un lugar en el que llueve. He dedicado buena parte de mi vida a coleccionar chubascos literarios. No soy un profesor ni una eminencia, pero vivo entre libros y me gusta compartir hallazgos». -Juan Villoro, Conferencia sobre la lluvia (Almadía) «Compartir hallazgos»: así concibo la parte más rica de laSigue leyendo «Autodefinición sherlockiana»

Domar esa bestia, la palabra

Se resiste, escurridiza. Mientras me siento a escribir la abrazo fuerte, le hablo al oído y cuando creo que ya la seduje a golpe de ternura (o al menos la cansé), alza los hombros, se revuelve, me mira altiva y se zafa. Vuelta a empezar, pero cada vez con mayor desesperanza. No sé si me dejará terminar el poemario que estoySigue leyendo «Domar esa bestia, la palabra»

El día es una hoja en blanco tomada por palabras

Llega otro #MiércolesDePoesía y, con él, la posibilidad de sacar del cajón versos que contengan atmósferas y en los que resuenen ecos, como este suculento poema en prosa del mexicano Vicente Quirarte. Provecho. «Cuando te tiendes desnuda y bocabajo, tu espalda me mira aunque tú duermas: tranquilo mar con su rebaño de islas que, a pesar de laSigue leyendo «El día es una hoja en blanco tomada por palabras»

Te quiero dentro de mi existencia

Llega el viernes pero no cualquiera, sino EL viernes cuando quien más me quiere regresa a vivir a México. Fueron dos años de una relación a distancia, macerada a fuerza de entusiasmo y compromiso, con ganas de cuestionar la lógica porque cuando nos veíamos sabíamos que sí, valía la pena cocinar esta locura. Encontrando días al mes para coincidir en elSigue leyendo «Te quiero dentro de mi existencia»

Mi casa, trazada al rastro de mis manos

Volver a la casa que habité/ reconocer el crujido de la puerta/ el desperfecto en el techo/ la huella de mis pasos en la alfombra./ Saber lo que esconde la gaveta/ (abrirla de nuevo)/ tocar ese reborde en la pared./ Morada hecha a mi tamaño/ a mi olfato/ trazada al rastro de mis manos.// RegresoSigue leyendo «Mi casa, trazada al rastro de mis manos»

Y desamordazarte y regresarte

Panteón Jardines del Recuerdo, 9 a.m. Mis hermanos, nuestros hijos adolescentes y yo visitamos el cementerio donde hace 30 años enterramos a mi papá. Quisimos hacerlo en una suerte de ritual, como desde hace siglos las tribus honran a sus muertos. Su nombre en la lápida, callado, es hondo y perturbador, hace trepar emociones desdeSigue leyendo «Y desamordazarte y regresarte»

Hoy, día de guerrilla lectora

Este día toca liberar un libro, dejarlo «olvidado» en algún lugar público para que un lector lo encuentre y lo haga suyo. La iniciativa, originalmente argentina y cada vez más extendida, funciona cuando sea pero el 21 de marzo los olvidadores se ponen de acuerdo en una especie de guerrilla lectora. En Twitter, este año seSigue leyendo «Hoy, día de guerrilla lectora»

A esta novela la atraviesan las balas

Para Andrés Grillo, por nuestras muchas rondas de amistad De la pluma de Evelio Rosero, Los ejércitos (Tusquets) es una novela colombiana hecha de emociones universales, en toda una gama de temperaturas: crueldad, ternura, soledad, deseo, culpa, esperanza. A veces, el libro deja un calor agradable en el regazo, otras quema las manos y obliga aSigue leyendo «A esta novela la atraviesan las balas»

Para qué demonios escribo

Hace muchos años, Nicanor Parra escribió este poema claro. Originalmente chileno y reciente ciudadano de la República Glaciar creada por Greenpeace, el creador de la antipoesía garabateó estas líneas en algún cuaderno. No sabía que yo iba a citarlo hoy porque lo de «dejar constancia de todo» me iba a resultar iluminador sobre por quéSigue leyendo «Para qué demonios escribo»

Las caricias, incompatibles con la prisa

Cartagena de Indias, Colombia. Saboreo el tiempo que pasa aquí, sin prisa ni desgaste, que se desliza como la luz sobre el agua. Ayer un cartagenero jugaba diciendo que ellos trabajan «los miércoles»: de jueves a domingo están de rumba, los lunes sufren los estragos de la fiesta y los martes se preparan para ganar elSigue leyendo «Las caricias, incompatibles con la prisa»

«Prestar libros es como el amor, hay que perderle el miedo»

Se llama Martín Murillo. Lo conozco a mitad de Cartagena de Indias, en plena Plaza Bolívar. Mientras a mi novio le bolean los zapatos, yo deambulo y me topo con su Carreta Literaria, isla de libros a medio parque. Fascinada, me acerco a conversar. De barba cana y playera con logotipos de sus sponsors (sic), desde hace siete años se dedicaSigue leyendo ««Prestar libros es como el amor, hay que perderle el miedo»»

#Cuentuitos en racimo (4)

Aquí van tres cuentos míos brevísimos. Son de la era Twitter, es decir, divertimentos en 140 caracteres. Deshacer el amor Empezaron haciendo el amor como nadie. Al final deshicieron el amor como todos. Historia de unos lentes Cuando se quitó los lentes empezó a ver borroso, pero a las gafas se les aclaró la mirada.Sigue leyendo «#Cuentuitos en racimo (4)»

La lujuria se hace palabra

Siglo XVI, Italia. El poeta Pietro Aretino hace versos en torno a dibujos eróticos de Giulio Romano, pintor y alumno de Rafael, o a la inversa: Romano ilustra versos de Aretino. El tema es que sacan una edición ilustrada, I Modi, y aunque el tiro se destruye por orden papal, alguna referencia sobrevive, que llega hasta nosotros.Sigue leyendo «La lujuria se hace palabra»

Leer, placer multitonal

Me encuentro este cartón por azar (¿no lo son todas las cosas?) y me fascina la planta que crece en la cabeza del lector. Aunque soy usuaria y disfrutaria de las redes sociales, no me han deparado el placer que he sentido con uno solo de mis libros porque, como lo señala el escritor AlbertoSigue leyendo «Leer, placer multitonal»

«Habítame, penétrame»

Ya que es domingo, propongo un culto en el que los fieles repitan este poema de Gelman con ojos entrecerrados. Por lo pronto, empiezo yo misma con el ritual. Oración «Habítame, penétrame./ Sea tu sangre una como mi sangre./ Tu boca entre a mi boca./ Tu corazón agrande el mío hasta estallar./ Desgárrame./ Caigas enteraSigue leyendo ««Habítame, penétrame»»

Fito Páez: para ser músico es buen novelista

Se lanzó en Argentina en junio del año pasado, pero hasta que la conseguí y la leo puedo decir que sí, es una novela con todas sus letras. Habituado a paladear sabores nuevos, hace tiempo el cantante probó suerte con el cine (Vidas cruzadas, 2001). Ahora dice que trabajó tres años en La puta diabla, esta historiaSigue leyendo «Fito Páez: para ser músico es buen novelista»

Dolérseme todo, hoy

Hace exactamente 30 años, la risa de mi papá se hizo rebanada de aire. Injustamente arrebatado, me dejó el mayor hueco entre los brazos, que a pesar de la pátina del tiempo sigue siendo inabarcable. Estas palabras del poeta Joaquín Vásquez las hago mías porque sí, papá: tengo tantas cosas que decirte, no te imaginas.Sigue leyendo «Dolérseme todo, hoy»

Aunque sea de oro se rompe

Recientemente entrevisté a un arqueólogo mexicano y, al acercarme a través suyo a las culturas prehispánicas, recordé estos versos hallados por los conquistadores. Son del poeta náhuatl Netzahualcóyotl (1402-1472), muerto antes de la llegada de Hernán Cortés a suelo azteca. Su hondura llena de perfumes este #MiércolesDePoesía. «¿Acaso de veras se vive con raíz enSigue leyendo «Aunque sea de oro se rompe»

Cortázar de 12 años

Este breve anécdota la contó a sus alumnos de Berkeley. Al transcribirla me da ternura ese Cronopio pequeño, lector entusiasta y «vividor» de la fantasía, que años más tarde daría a luz un Axolótl: «[…] Una vez le presté una novela a un compañero de clase a quien quería mucho. Debíamos tener doce años y laSigue leyendo «Cortázar de 12 años»

Fabio Morábito y su pluma (otra vez) nueva

«[…] Se sacó ella misma los senos, que quedaron fuera del sostén, pesados como dos animales marinos varados en una playa». En línea y media, Fabio Morábito detiene el tiempo de nuevo. Emilio, los chistes y la muerte (Anagrama) es la primera novela del autor nacido en Alejandría y avecindado en México, poseedor de mis afectosSigue leyendo «Fabio Morábito y su pluma (otra vez) nueva»