15 segundos para contestar

Las adivinanzas son de mis juegos de lenguaje favoritos. Pequeñeces de bodegón, se presumen cuando vienen visitas: rompen la respuesta en fragmentos, algunas son ingenuas y otras juegan con el doble sentido (sexual pero no sólo), unas son auténticos haikús. Tienen larga historia en este suelo: en su Historia general de las cosas de la NuevaSigue leyendo «15 segundos para contestar»

Como gata boca arriba

Hoy, #MiércolesDePoesía, estos versos de la nicaragüense Gioconda Belli ponen en palabras lo que quiero decir. «Te quiero como gata boca arriba,/ panza arriba te quiero,/ maullando a través de tu mirada,/ de este amor-jaula/ violento,/ lleno de zarpazos/ como una noche de luna/ y dos gatos enamorados/ discutiendo su amor en los tejados,/ amándoseSigue leyendo «Como gata boca arriba»

Dos minutos que cambian el día

Da click aquí para oír la grabación; una vez en la página de Descarga Cultura ve hasta abajo de la página y elige «Bellísima». En poco más de 120 segundos, un poeta le da sentido a 24 horas. Aquí el recién premiado Eduardo Lizalde, con su voz de Júpiter tronante, lee los versos de «Bellísima»,Sigue leyendo «Dos minutos que cambian el día»

Cortázar y los cuentos de bisontes

«La narrativa del cuento, tal como se lo imaginó en otros tiempos y tal y como lo leemos y lo escribimos en la actualidad, es tan antigua como la humanidad. Supongo que en la cavernas, las madres y los padres les contaban cuentos a los niños (cuentos de bisontes, probablemente)». -Julio Cortázar, Clases de literatura.Sigue leyendo «Cortázar y los cuentos de bisontes»

Márai: el escritor que no fue profeta

Un escritor, solo y deprimido, se da un disparo en el paladar. Se llama Sándor Márai. Es el 21 de febrero de 1989. Avecindado en California, dicen que estaba muy dolido por la muerte de su esposa y su hijo adoptivo. Además, 40 años antes había emigrado a EUA desde Hungría, tras la llegada del régimenSigue leyendo «Márai: el escritor que no fue profeta»

Escritores captados in fraganti

Él vino del Cono Sur cargado de fiesta. Pero no sólo. En su maleta también venía este libro invaluable de Sara Facio (1932), testigo de la historia argentina en años convulsos y autora de la foto favorita de Cortázar. Publicado por Ediciones La Rivière en 2012, el volumen es exquisito. La piel se pone delgada conSigue leyendo «Escritores captados in fraganti»

Cuando cierras un buen libro

Esto tuiteó hoy Liniers, cartonista (y genio) argentino, desde su cuenta @porliniers. El texto que acompañó la tira fue: «Hoy terminé de leer Disecado, de Mario Bellatin». Lo único que yo podría añadir es los nombres de incontables libros con los que me he sentido exactamente así, pero mejor no ensucio su cartón.

El cuerpo, sola patria

Abren el día estos versos, que se acercan a lo que entre dos obnubila. «[…] Entre tus piernas hay un pozo de agua dormida,/ bahía donde el mar de noche se aquieta, negro caballo de espuma,/ cueva al pie de la montaña que esconde un tesoro,/ boca del horno donde se hacen las hostias,/ sonrientesSigue leyendo «El cuerpo, sola patria»

Cuento en dos palabras

Por casualidad me topo con esto y me fascina (literalmente). Ese «¿puedes verme?» lleva un cuento al foro de la vida diaria, abre una puerta a otra realidad, todo en dos palabras. Lo voy a hacer, sin duda, y contaré aquí lo que suceda. PD Ésta es la traducción, por si alguien ocupa: «La próximaSigue leyendo «Cuento en dos palabras»

Por qué el mundo necesita a los «raros»

Los biógrafos de artistas encumbrados suelen construir una imagen sublime de las últimas palabras de aquellos, por ejemplo, el «¡Más luz!» de Goethe o el «Dios ayude a mi pobre alma», atribuido a Allan Poe. Inconforme con esas versiones oficiales, Johannes Richter se dedicó a desmitificar esas imágenes grabadas en mármol. «Detractor de los aforismos deSigue leyendo «Por qué el mundo necesita a los «raros»»

Ocio, indispensable para el poeta: Paz

«[…] Yo me siento sobre todo un poeta. Eso es lo que yo quiero ser. No sé si lo sea. Lo central para mí es la poesía. Pero al mismo tiempo creo que un poeta que escribe poesía todos los días se expone a escribir muchas tonterías. Hay que dejar la poesía para los mejoresSigue leyendo «Ocio, indispensable para el poeta: Paz»

Semen en unos versos

Eduardo Lizalde, escritor mexicano, está recibiendo en Granada el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca. Lo celebro (mucho) porque los versos siempre son motivo de fiesta y porque Lizalde es uno de los muy grandes. Aquí un breve poema suyo. Conozco pocos textos que se refieran al semen con todas sus letras y aúnSigue leyendo «Semen en unos versos»

Inventar(me) de nuevo

Amo viajar, encontrar nuevos cielos y el riesgo de sabores sin palabras, conversar en lejano, saciarme de novedad. Sobre todo, me gusta el reto de redescubrirme y ver mi sombra en otro huso horario. Suscribo este texto hermoso de Mutis sobre los asombros que depara el mundo: «Es menester lanzarnos al descubrimiento de nuevas ciudades.Sigue leyendo «Inventar(me) de nuevo»

Las crónicas de muchos ojos de Tarifeño

Ryszard Kapuscinski, que algo sabía del asunto, dijo en Los cínicos no sirven para este oficio: «Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, susSigue leyendo «Las crónicas de muchos ojos de Tarifeño»

Alegoría de selvas

En la espesura, un rumor de presa despierta a la hembra. Dos puntos de luz rasgan la noche, acarician la sombra ágil, las patas quebradizas. Como marea creciente, ojos y más ojos se multiplican, se delirian hasta ser manada que codicia, pupilas legión, una y muchas, observando desde el hambre de una sola. Cuán similarSigue leyendo «Alegoría de selvas»

La carne y las pesadillas

En el soberbio libro de ensayo Los disidentes del universo (Sexto Piso), Luigi Amara habla del pintor suizo Henry Fuseli, quien se indigestaba para crear: «cada noche, después de guardar un riguroso ayuno a lo largo del día, comía carne cruda ‘en aras de la obtención de sueños espléndidos’, lo cual, a juzgar por las obras resultantes, colmadasSigue leyendo «La carne y las pesadillas»

Sé demasiado de tu cuerpo

Sé demasiado de tu cuerpo,/ de cómo crece en mí/ y trae el amanecer,/ de por qué sonríe en la noche mutilada,/ de cómo vive a unos pasos de sí mismo,/ de ante qué bulle y se agita./ Lo que me asombra/ es su manera peculiar de dejar rastro:/ derramándose.//   -Julia Santibáñez

Lo que es realmente un «beso francés»

No tengo nada en contra de los besos de nariz (en México los llamamos «esquimales» porque dicen que así besan ellos) ni contra los de piquito. Sin embargo, para mí un b-e-s-o con todas sus letras involucra la lengua, sin ella es un simulacro. Los franceses lo saben y no de balde aquí se llama «beso francés» aSigue leyendo «Lo que es realmente un «beso francés»»

Sobre moscas y versos

«Da vuelta insistente,/ hace un poco de ruido,/ se para con sus patas golosas/ en la mierda, en la hostia y en la rosa.// Y deja sus huevecillos/ fecundados al vuelo/ en donde menos podemos sospechar.// Qué mosca es el poema». -Alejandro Aura, «Del vuelo», Júbilo (FCE). Ayer, de paso por una librería de viejo y con pocos minutos antes deSigue leyendo «Sobre moscas y versos»

En vez de semen, palabras

A veces se convierten en sucedáneo del cuerpo amado, de los besos, de la vida. Colocadas sobre la cama, acompañan. Qué haría uno sin ellas. «Sin embargo/ no todo está perdido./ Yo sigo viendo tus ojos en el sueño/ y así, te beso/—porque la imaginación es algo serio—/ cada centímetro de piel.// Tu voz meSigue leyendo «En vez de semen, palabras»

El gusto del dolor y el placer

Estos versos de la poeta salvadoreña Dina Posada saben mejor si exhalan aroma de tarde y abrazos frescos. Cuánto gusto esconden por igual el dolor y el placer. Provecho. «Toma el sendero que separa mis senos resbala tu antojo por el contorno de mis caderas ágil recio hasta que el gusto te mire con dolor y te sonríaSigue leyendo «El gusto del dolor y el placer»

Celebración de la intensidad

Coactemalan, palabra indígena que significa ‘lugar de muchos árboles’, es una tierra de naturaleza sorprendente. Ahora mismo, en Antigua Guatemala, el verde inunda sin misericordia. De un lado, montañas cuajadas de árboles. Del otro, el Volcán de Agua y más allá, el Volcán de Fuego. Arriba, un cielo tapizado de nubes que no deciden si llorarSigue leyendo «Celebración de la intensidad»

Fotos para voyeurs (con aires de Tablada)

Por alguna razón me encantan las fotos de desnudos, mucho más si son antiguas. En su mayoría, la mujer es el objeto observado por un sujeto masculino: no está desnuda-para-sí sino para quien la mira, como dice John Berger en su esclarecedor Ways of Seeing. Cada quien saque sus conclusiones, que no voy a ahondarSigue leyendo «Fotos para voyeurs (con aires de Tablada)»

Los libros dicen mucho de sus dueños

«¿Cómo es una buena biblioteca? Para mí es una colección personal, curada y única, una colección de libros que representan a quien los ha ido adquiriendo y cuidando», sostiene Ausbert de Arce, representante en México de la editorial italiana Rizzoli, entrevistado por La revista (mayo 2013). Me hace sentido su respuesta. Estoy convencida de que los librosSigue leyendo «Los libros dicen mucho de sus dueños»

Mi propio epitafio

Este poemita colombiano me pone de buenas: El inmortal «Soñé mi epitafio.// No tenía lápida/ ni tumba.// Era una simple nota/ pegada con cinta/ y decía:// Estoy en la biblioteca». -John Galán Casanova (Colombia, 1970)